En una tarde gris y nublada en la capital, el inconsciente no dejaba de
decirme por la mañana que el equipo no ganaría el partido. Y no es porque no
creyera en el conjunto y en sus jugadores, todo lo contrario. Las ganas de
victoria que desbordan superan a cualquiera pero me figuro que todo sería
cuestión de ver esos 90 minutos vencidos y emparejado con un rival de Primera.
¿Un Real Madrid – FC Cartagena? ¿O un FC
Cartagena – Atlético de Madrid? Ni en mis mejores sueños. ¿Hablando del equipo
en la prensa nacional porque viaja al Sánchez Pizjuan o al Camp Nou?
Twitter estaba
revolucionado desde primera hora de la mañana y todos los efesistas pusimos el
#EfeséHaznosSoñar en el candelero de la popularidad. Los nervios, la motivación
y la ilusión inundaba a todos y cada uno de nosotros. Jugadores, entrenador,
presidente, aficionados y medios de comunicación locales. Sólo una hora y tres
cuartos de sufrimiento frente al Tudelano. Al final cambié esos malos
pensamientos por un ‘lo vamos a conseguir porque somos capaces’.
Era la hora. A las 16:30 empezaba el sueño. La radio, mi compañera, hizo
que me quedara sin uñas. En los primeros minutos del partido era el Cartagena
quien llevaba el peso de la eliminatoria pero el primer ‘uy’ vino de los
locales, se fue fuera y volvimos a respirar tranquilos. Aunque Víctor Bravo era
el jugador con más peligro del Tudelano, Fede tiró a puerta sin muchas consecuencias
aparentes porque nadie podía vislumbrar que sería el artífice de la euforia de
todos. Los primeros 45 minutos pasaron sin muchas ocasiones y eso no podía ser.
Sólo quedaban por delante una segunda mitad que pasaría sin apenas pestañear,
con mucha tensión porque estaba prohibido despertar del sueño.
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Celebración de Fede. @GacetaFM |
Ya lo decía la tan afamada frase que tan de moda se ha puesto en eventos
deportivos: “No hay dos sin tres”. Fernando la conocía de sobra porque el
tercero pasó por sus botas hasta colarse por la red del Tudelano. ¿Que en medio
de la celebración se despistaron un poquitín? No importa. Por lo menos que se
lleven la honra de haberle marcado a Savu y a este equipo que va a ver como un
Primera desfila por el césped del Cartagonova, como recorre las calles de la
ciudad para llegar al estadio y verá como reluce el Sol en la ciudad portuaria.
Y si por si acaso aún había dudas, Menudo, sin hacer mucho ruido, se encargó de
cerrar el partido con un cuarto golito no de oro sino de diamantes.
El teatro de los sueños pasar por el Municipal y también pasa por un
tren, un avión o un autobús para los dieciseisavos de final en Madrid,
Valencia, Sevilla o Barcelona. Ida y vuelta que será mágica. Para la primera semana de noviembre está previsto el sorteo, un sorteo en el que el bombo tendrá más ojos que bolas. ¡Ya era hora! ¡Vamos, Efesé!
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