La cara y la cruz de la
jornada deportiva en el municipio portuario. En una tarde más bien sosita de
deporte, en el Wsell de Guimbarda, en nuestra Bombonera se vivió un partido
trepidante, emocionante, con goles, con ilusión y con unos aficionados animando
desde el primer minuto. Tres puntos que saben a gloria.
Javi Matía, el dios del
partido, fue el encargado de abrir la lata cuando muchos seguidores estaban aún
ocupando unas butacas que impregnan un sentimiento blanquiazul muy profundo por
este equipo. A partir de ese momento fue todo coser y cantar. No habíamos
llegado al descanso y en el marcador del Central ya ponía un 3 a 0 como tres
soles.
El primer gol de Tenerife
en la segunda mitad fue un baño de agua fría porque despertaba unos fantasmas,
unos espíritus de otros partidos en los que se empezaba ganando y al final, por
una cosa o por otra, siempre pasaba lo mismo: se perdía. Pero en esta ocasión
no fue así. Esteban ponía el 4 - 1 y Corvo el 4 - 2. Una explosión de júbilo en
un pabellón que iba necesitando a ese pequeñito gran equipo en todo su
esplendor.
Y la cruz llega de la
mano del Cartagena. Ya lo dijo Pacheta el otro día: “no me gusta cómo viene el
partido del domingo”. Ni el mejor de los brujos lo hubiera dicho tan bien. Patinazo,
derrape, frenada en seco… el Efesé se ha empotrado contra los muros del Ciudad
de Lucena. Desde que el técnico burgués llegara a la ciudad de Qart Hadasht, el
equipo no conocía la derrota en Liga hasta el día de hoy (2 – 1). El Jaén
empieza a desplegar sus alas y sigue líder a 3 puntos. Los mismos que el equipo
dejó escapar en tierras cordobesas.
El resultado refleja la
actuación del Cartagena pero la ilusión y motivación que había con otra
victoria consecutiva ha sido lo que le ha fallado al equipo. Se veía un rival
bastante, por no decir fácil, asequible y superable pero siempre dicen que las
confianzas hay que dejarlas al margen y ese ha sido el principal motivo por lo
que el equipo no ha conseguido el triunfo.
Por otro lado, pesa el
desplazamiento de la Copa Federación y los muchos kilómetros en autocar que se
pegaron el pasado miércoles. Los jugadores lo notan y en el terreno de juego es
una losa que cuesta quitarla de encima. Pocos días de descanso y otro viaje.
Que esta derrota sirva de
lección para ver errores y para que el próximo domingo se sumen los tres puntos
que en esta jornada no se han conseguido.